El pasado fin de semana el Real Madrid se enfrentaba a su pasado más doloroso en Tenerife, donde en los años 90 perdió dos ligas a favor de su eterno rival el FC Barcelona.
Este próximo miércoles la selección española se enfrenta a Francia en París. En el recuerdo de gran parte de la sociedad española se encuentra un fallo que injustamente condenó a Arconada y encumbró a Platini.
Fue en la final de la Eurocopa de Francia de 1984, la última final que habíamos disputado antes de la de Austria. La manera de perder aquel título fue la más dolorosa que se puede dar por el fallo y por quien lo cometió. Arconada había realizado un torneo espectacular y en un minuto todo se fue al traste.
Hoy la roja tiene la oportunidad de romper con aquello y dedicar la victoria a los héroes que nos hicieron soñar con un título que finalmente no se consiguió. Argumentos sólidos para creer en la victoria contra “les bleus” no faltan. Tenemos un equipo hecho, que juega mejor que nadie en el mundo y en el que los pilares fundamentales se encuentran en estado de gracia. Villa no para de meter goles o Xavi, que sigue siendo el faro indiscutible del Barça. Por otro lado, delante estará la selección gala que es un conjunto puramente físico y escaso de calidad técnica salvo excepciones como la de Ribéry.
Los 23 de Del Bosque deberán asumir el papel de favorito en Saint Dennis y doblegar a los franceses. Se lo deben a la selección del 84 y a los aficionados que hemos visto muchas veces como los franceses nos mojaban la oreja como en el mundial de Alemania.
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